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La producción global de residuos plásticos ha experimentado un alarmante aumento, duplicándose desde el año 2000 y alcanzando 353 millones de toneladas en 2019. Gran parte de estos residuos provienen de artículos de corta duración, como envases, bienes de consumo y textiles. En este contexto, KPMG México, en colaboración con el Foro Económico Mundial, ha elaborado el documento titulado "Soluciones de la industria circular para impulsar políticas gubernamentales en materiales plásticos y Economía Circular", escrito por Alejandro Pagés, Director de Asesoría en Sustentabilidad, ASG.

El informe discute y analiza soluciones innovadoras desarrolladas por empresas para mitigar la contaminación por plásticos. Alejandro Pagés enfatiza que “aunque estos avances son prometedores, su adopción generalizada enfrenta retos y oportunidades significativas.” Este documento subraya la importancia de las políticas gubernamentales y los mecanismos financieros para impulsar la economía circular, promoviendo un sistema económico de aprovechamiento de valor, eficiencia energética y restauración de la naturaleza. Estos factores son cruciales para alcanzar la meta de cero residuos y cero emisiones.

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El momento actual es propicio para reflexionar sobre las acciones necesarias para avanzar en este tema en México. La negociación de un tratado global sobre plásticos y la entrada del nuevo gobierno pueden contribuir significativamente a la adopción de soluciones circulares que beneficien a empresas, emprendedores y comunidades locales. Pagés señala que “una amplia visión social del problema de la contaminación es esencial para enfatizar la importancia de la colaboración entre las partes interesadas, la generación de confianza en las soluciones innovadoras y la toma de conciencia pública sobre el problema de los plásticos.”

El diálogo con emprendedores de la industria circular ha revelado varios aprendizajes valiosos que se destacan en el informe:

Definiciones claras y armonizadas: Es fundamental establecer conceptos globales comunes para términos como "plásticos", "plásticos alternativos" y "sustitutos de plásticos", garantizando una aplicación coherente de las políticas y regulaciones en diferentes países y regiones.
Normas de alcance global: Estas normas permiten evaluar la biodegradabilidad, reciclabilidad, higiene y seguridad de los materiales, facilitando decisiones informadas por parte de los consumidores y el desarrollo de productos más sostenibles por parte de las empresas.
Procesos de responsabilidad ampliada del productor (EPR): Son esenciales para financiar la infraestructura de reciclaje, promover el diseño de productos sostenibles y fomentar el involucramiento de los productores en la gestión de los residuos de sus productos.
Prohibiciones: Erradicar el uso de productos y materiales problemáticos, como los plásticos de un solo uso, puede impulsar la demanda de alternativas más sostenibles y generar un cambio rápido en el mercado.
Objetivos de las estrategias 3R (reducir, reutilizar y reciclar): Establecer metas claras que eviten la priorización de una estrategia sobre otra, fomentando un enfoque equilibrado.
Regulación de la calidad y seguridad de los materiales: Aumentar la confianza del consumidor y la innovación, asegurando que los materiales sean más seguros y sostenibles.
Financiamiento: Se requieren mecanismos financieros que desbloqueen inversiones privadas y públicas. El informe señala que más de la mitad de los proveedores de soluciones consideran el acceso a financiamiento como fundamental para ampliar sus operaciones.
Regulación y cumplimiento: Claridad y cumplimiento efectivo son esenciales para crear un entorno propicio para la inversión en soluciones circulares.
Seguimiento y localización: Un marco de divulgación de información que mejore la transparencia en el seguimiento y localización de los plásticos, permitiendo medir el impacto de las soluciones y estimulando la inversión privada.
Colaboración entre partes interesadas: El trabajo conjunto entre compañías, gobiernos y sociedad civil promueve el intercambio de conocimientos y la cooperación en la cadena de valor, esenciales para desarrollar soluciones circulares escalables.
Generación de confianza: Crucial para que consumidores y empresas adopten soluciones innovadoras, demostrando la eficacia, seguridad y asequibilidad de las alternativas sostenibles a los plásticos convencionales.
Mayor conciencia del problema: Mejorar el debate público y ahondar en los beneficios de la economía circular es fundamental para impulsar la demanda de soluciones sostenibles y propiciar un cambio de comportamiento en los consumidores.

Un enfoque integral que combine políticas gubernamentales sólidas, mecanismos financieros adecuados y colaboración entre las partes interesadas es crucial para impulsar la economía circular y abordar efectivamente la contaminación por plásticos. Pagés concluye que “México puede fomentar una agenda de economía circular de vanguardia que impulse una transformación rentable y sostenible para cumplir con los objetivos de cero emisiones y cero residuos.”